¡Mátala de pecho!

Paris, Francia - Junio 1998

En una de las postales más hermosas de la Copa del Mundo de Francia 98, Jürgen Klinsmann literalmente mató con el pecho un inusual centro de Oliver Bierhoff para después anotar el segundo gol de Alemania en la fase de Grupos frente a Estados Unidos. Ese primer toque con el pecho es tan exquisito que prácticamente el balón deja de girar abriendo la puerta para un simple pase a la red.

La concentración de Klinsmann es otro punto para destacar; nunca deja de ver el balón. Se dice que un verdadero “9” tiene tatuada la portería en la cabeza, así toda su atención esta en la pelota y en colocarla donde saben que ningún portero pueda llegar. La versión de Alemania en 1998 esta lejos de ser una de las más recordadas en la rica historia del futbol teutón; después de eliminar a México en los octavos de final caerían frente aquella mítica Croacia del 98 en cuartos.

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